A lo largo del recorrido de cualquier persona que estudie las ciencias sociales (o haya abierto un portal informativo después de pandemia) nos encontramos con un sinfín de conceptos que se atribuyen a diferentes grupos sociales para denotar su condición socioeconómica, así asignándoles a cada uno un discurso, motivaciones, problemas que los afligen y así mismo dándoles desde la literatura un papel en nuestra narrativa social, a continuación definiré para su deleite tres de los conceptos utilizados con mayor frecuencia y asimismo confundidos entre ellos y usados erradamente a través de los diferentes textos.
Definiendo la pobreza
Gary Fields, define la pobreza como la incapacidad del individuo o una familia para disponer de los recursos suficientes para satisfacer las necesidades básicas. La pobreza se puede definir como la situación en la que un individuo o un grupo no tiene acceso a los recursos necesarios para vivir de manera digna. Estos recursos incluyen, pero no se limitan a, alimentación adecuada, vivienda, atención médica, educación y empleo. La pobreza puede ser vista como una violación de los derechos humanos, ya que impide a las personas alcanzar su potencial y participar plenamente en la vida social, económica y política. Entendemos que es un fenómeno multidimensional, no sólo comprendido por el ámbito económico, sino también por los aspectos sociales, culturales y políticos que influyen en esta incapacidad de satisfacer las necesidades básicas de subsistencia.
En Panamá, se construyeron dos líneas como medidores de pobreza,pobreza general o total, la cual aflige a las personas que sufren las adversidades de vivir con el equivalente de $3.65 dólares al día, hablamos de $109.5 dólares por mes, y la pobreza extrema o indigencia que está comprendida por las personas que viven con $2.15 dólares o menos al día, equivalentes a 64.50 por mes. Para 2024, se estima que la pobreza general afecta a 1 de cada 5 panameños, es decir una un 21,5% de la población, mientras que la pobreza extrema afecta a 1 de cada 10 panameños, es decir 9.6% de la población.
La pobreza es causada por diversos factores estructurales y circunstanciales, como la distribución desigual de la riqueza y las diferencias en el acceso a las oportunidades y servicios básicos de salud, la falta de acceso a la educación de calidad y el desempleo, empleos informales o mal remunerados.
Definiendo la marginalidad.
Fernando Cortes, define la marginalidad como una situación de exclusión social y económica, donde las personas o grupos no tienen acceso a los recursos básicos y están excluidos de la participación plena en la sociedad, puede ser el efecto de prácticas explícitas de discriminación que dejan efectivamente a la clase social o grupo social segregado al margen del funcionamiento social en algún aspecto o, más indirectamente, ser provocada por la deficiencia de los procedimientos que aseguran la integración de los factores sociales, garantizándoles la oportunidad de desarrollarse plenamente.
Según el estudio de marginación socioeconómica en Panamá, la marginalización nos habla de una exclusión social y no económica, que a pesar de ser dictada por el sistema económico, restringe a los individuos o grupos de la participación, sus derechos, recursos y capacidades. Un ejemplo claro es la desigualdad territorial, en la ciudad de panamá se observa un alto desarrollo urbano, con modernas obras arquitectónicas, cercanía a supermercados, escuelas y hospitales, acceso al agua y electricidad, acceso al transporte público y espacios recreativos, mientras que en las periferias, nos encontramos con lo opuesto. Lo cual limita el desarrollo de las personas que habitan estos territorios, sin importar su nivel de ingreso.
Definiendo la vulnerabilidad.
Naxhelli Ruiz Rivera define la vulnerabilidad como la susceptibilidad de individuos o grupos a sufrir daños debido a factores externos, Esto se debe a múltiples factores de riesgo que impiden mantener o mejorar su bienestar. Las redes sociales de estas personas son débiles y tienen un acceso irregular a los servicios públicos, lo que aumenta su riesgo de exclusión social y pobreza. Nos habla de una carencia de un factor de bienestar normativo, que aumenta la susceptibilidad a la exclusión o pobreza. Si tomamos como ejemplo a la población migrante empleada, a pesar de no vivir bajo la línea de pobreza, ni en zonas marginalizadas no cuentan con una red de apoyo social sólida, tienen un menor acceso a la salud pública y programas de bienestar social, lo cual los hace más vulnerables que sus compañeros nacionales a caer en situación de pobreza.
En conclusión, la pobreza, la vulnerabilidad y la marginalización son conceptos altamente relacionados entre ellos pero con diferencias clave, como sus causas raíz y sus consecuencias. Siendo la pobreza no solo un problema aislado sino una consecuencia de la marginalización y la vulnerabilidad de los grupos, también convirtiéndose en un factor que influye cuando hablamos de estos problemas, existiendo todas en una relación dialéctica perpetuada por los sistemas existentes, dificultando la movilidad social y creando para los individuos una realidad poco esperanzadora.