Intento sentir, y no creo hacerlo bien

Todavía tengo miles de disculpas que enviar.
Primero a mí, a lo largo de los años, por las promesas que no llegué a cumplir
Luego a todos, en fila, por las mentiras que creí eran verdad, y no pude evitar decir.

A mí Dios, por cambiarle el nombre tantas veces, y a mis cercanos, por alejarlos al no saber qué hacer.

Algo que me pasa a menudo.

Y sigo de frente, esperando que lo que deje atrás se desvanezca, aunque vea su reflejo más adelante en la carrera.

Los pecados los pago: de día, de noche.

En cada palabra que no es recibida como esperaba.

En cada sentimiento que no es correspondido

No tiene que ser todo tan dificil.
Solo, por favor, sigue adelante, en mi dirección.

No sé dónde ir, pero no quiero ir solo.

Las promesas que no dejo de romper viven como viven los recuerdos

comiendonos con arrepentimiento hasta que llegamos a viejos

Y ya no quedan más recuerdos.